Ermita de Santa Bárbara

Obra del siglo XIX, de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos, capillas laterales entre los contrafuertes, testero recto y coro  alto a los pies. El astial principal se abre en pórtico de tres arcos de medio punto, siendo el central rebajado. El frontispicio triangular formado por la techumbre a dos aguas está coronado por una espadaña. Las pinturas murales del interior fueron realizadas por Pescador en 1938.

 
D. Leandro Lop, en unos estudios que realizó de estudiante, escribe: “La ermita principal es la de Santa Bárbara, patrona del pueblo, del cual dista 2 km. por la parte suroeste. Está edificada en la cima de un bonito monte poblado de pinos que el pueblo ama y cuida con esmero.”
Data de más allá del siglo XVI, porque se conserva una nota del Tomo I de los Libros Parroquiales, hoy día destruidos, en el que constaba que el 11 de mayo de 1573, lunes de Pentecostés, se hizo la primera procesión a la Ermita, no porque se inaugurarse entonces, sino que anteriormente a esta fecha se realizaba a una Ermita de Calanda, y por culpa de unas reyertas decidieron hacerla a la Ermita de Santa Bárbara en Castelserás.
Este dato está certificado por el Padre Manuel García Miralles que, en su historia de Calanda, cuenta que subían a la Iglesia de la Magdalena del Castillo y el Comendador les daba el pan y el vino, y por unas reyertas dejaron de subir.

 

La cita más antigua que se ha encontrado es del 24 de abril de 1586, en el testamento de Jerónima, viuda de Miguel Pérez, en que deja de limosna para un ante-altar para la Ermita de Santa Bárbara, un delante-cama de retama para guarecerlo y para ponerlo cuando convenga.
El 2 de noviembre de 1595 se hacen las capitulaciones para construir un arco, al que pertenecen las escaleretas que están en el muro; en esta fecha Joan Lagarda, cantero habitante en Castelserás, toma la obra de la Ermita de Santa Bárbara, que es de la forma siguiente:
“Item que ha de crecer la Ermita diecinueve palmos de estribo la pared franca, hacia la cabecera de la Ermita; que ha de hacer un arco con sus estribos y hade subir cinco palmos más que los otros y lo ha de hacer fuera de la pared, y subir la pared lo que hubiese menester con forma de arco, y las paredes de fuera puesta de obra las cantoneras bien labradas, y ha de arrancar la piedra y labrarla y asentarla y el pueblo le ha de dar toda la madera al pié de la obra, la cual ha de hacer por 700 sueldos jaqueses, pagados en tres pagas: la una al principio, la otra al medio y la otra al final. El Lumbrero y por prohombres se obligan a los que a ellos toca y Joan Lagarda se obliga a dicha obra.”
El sostenimiento del culto en la Ermita era mediante olivares que dejaban en testamento diversos fieles y mediante limosnas en metálico.
El 14 de julio de 1597, Pedro Senli y Francisca Exea dejan para el servicio de la Ermita un campo que está debajo de la misma.
El 14 de mayo de 1598, Antón Inglés, Lumbreo el presente año, de la lumbrería de Nuestra Señora de Santa Bárbara, vendemos un campo perteneciente a dicha lumbrería.
Esta situación dura hasta la desamortización de Mendizábal.
Actualmente el sostenimiento de la Ermita se lleva a cabo por limosnas de los fieles.

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