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- Ya va acercándose el día
- del Patrón San Sebastián.
- Las campanas, como locas,
- no paran de replicar.
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- Los almendros que contemplan
- ese alegre acontecer,
- quieren sumarse a la fiesta
- y empiezan a florecer.
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- Ya se levanta la hoguera
- que calor nos ha de dar,
- “pa” lo fríos de estas fiestas
- y a todos ha de alegrar.
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- La cercavilla recorre
- las calles de “tol” lugar,
- “pa” recoger al Alcalde
- y hasta el último Concejal.
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- El pecho se hace pequeño
- “pa” tanta dicha albergar,
- y hay que buscar los amigos
- “pa podela” disfrutar.
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- Las llamas ya se levantan
- cual furioso vendaval,
- y devoran las envidias,
- los odios y todo mal.
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- Que dulce suena la gaita
- al desgranar el “rodat”,
- sin saber cómo ni cuándo
- “t´entran” ganas de bailar.
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- ¡Que noche tan deliciosa!
- No se puede ni soñar
- mayor placer y regusto
- “quel” que la hoguera nos da.
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- Después bromas y dirites
- con los amigos habrá,
- y buen vino y tortas de alma
- abundantes correrán.
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- Daremos culto al dios Baco,
- y si buen vino “quies” beber,
- por fuerza tendrá que ser
- en la bodega de Paco.
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- Los forasteros se dicen
- ¡Que pueblo Catelserás!
- Que fiestas y que alegría
- y que ganas de agradar.
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- Seguro que si volviera
- a nacer “por un casual”
- lo haría con mucho agrado
- en esta villa sin par.
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- Al final todos rendidos,
- nos vamos a descansar,
- asando antes buenos chorizos
- que nunca mejor sabrán.
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- La aurora despunta presto,
- impaciente “pa” escuchar
- el himno hermoso y legre
- que honra a San Sebastián.
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