Ventajas e
inconvenientes de su consumo |
Su bajo contenido calórico, debido a su alta
proporción de agua y a la baja presencia de nutrientes energéticos,
convierte al espárrago en un alimento idóneo a incluir en dietas
hipocalóricas. Su elevado contenido en fibra, aporta sensación de
saciedad tras su consumo, lo que contribuye a reducir el apetito.
Además, es un alimento muy refrescante por lo que resulta perfecto para
elaborar sabrosas ensaladas y así contribuir a la hidratación del
organismo. Los espárragos son fuente de sustancias de acción
antioxidante, en concreto de lignanos, vitaminas C, E y provitamina A,
que se sabe contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades
cardiovasculares, degenerativas e incluso de cáncer. Por ser alimentos ricos en potasio y pobres en sodio
(a excepción de las conservas), los espárragos frescos tienen una acción
diurética que favorece la eliminación del exceso de líquidos del
organismo. Son beneficiosos en caso de hipertensión, retención de
líquidos y cálculos renales (salvo de sales de ácido úrico por ser
fuente de purinas), ya que al estar aumentada la producción de orina, se
eliminan además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella. En
el caso de los espárragos en conserva, su elevado contenido en sal hace
que pierdan su acción diurética, y por tanto su consumo no será
recomendable en caso de hipertensión y de retención de líquidos. Por
otro lado, el espárrago contiene una considerable cantidad de purinas
que en el organismo se transforman en ácido úrico. En caso de
hiperuricemia, gota y litiasis renal por sales de ácido úrico, su
consumo deberá ser moderado, si bien los fármacos cobran mayor
importancia que las purinas de la dieta en el tratamiento de estas
enfermedades. |
Criterios de
calidad en la compra
y conservación |
A la hora de adquirir espárragos frescos se han de
seleccionar los ejemplares con puntas cerradas y compactas, de tallo
recto y firme y sin cambios de coloración. Conviene rechazar los
espárragos que presentes golpes o magulladuras, así como los que tengan
manchas o hayan sido atacados por insectos. De igual modo, se aconseja
no adquirir ejemplares con tierra entre las escamas del tallo, ya que
será necesario un excesivo lavado lo que da lugar a pérdidas de
nutrientes. Los espárragos delgados no tienen por qué ser más suaves que
los gruesos, tanto unos como otros poseen un sabor exquisito. Para conservar los espárragos frescos correctamente y
así conseguir que estos mantengan sus cualidades, han de envolverse con
un paño húmedo y de esta forma pueden conservarse en el frigorífico
hasta 3 semanas. Si se introducen en una bolsa de plástico su periodo de
conservación se reduce a 2 ó 3 días. Hay que tener en cuenta que con el
tiempo se vuelven más duros, por lo tanto lo más adecuado es consumirlos
lo antes posible. Los espárragos son hortalizas que admiten la
congelación, aunque una vez descongelados pierden firmeza. Para
congelarlos en casa correctamente hay que lavarlos y ordenarlos según su
tamaño. A continuación, se corta la base y se escaldan durante 2 minutos
los ejemplares de menor tamaño, y durante 4 minutos los mayores.
Inmediatamente después de haberlos escaldado se sumergen en agua muy
fría durante 5 minutos y se introducen en bolsas de plástico aptas para
congelar o en recipientes herméticos, procurando que no queden espacios
vacíos entre los espárragos. De este modo se mantienen en buenas
condiciones hasta un año. Los espárragos en conserva sin embargo, pueden
conservarse en un lugar seco a temperatura ambiente durante varios años. |
Manipulación
higiénica y preparación |
Los espárragos frescos, se consumen generalmente
cocidos. Para ello, antes hay que lavarlos y pelarlos desde la punta
hasta la base. Para cocerlos se añade sal, azúcar y unas gotas de zumo
de limón al agua de cocción, y es preferible utilizar un recipiente alto
para que de este modo las yemas no queden cubiertas de agua. Normalmente
se hierven durante 5 ó 10 minutos. Una vez cocidos es conveniente
dejarlos enfriar en el mismo caldo de cocción. Se puede disfrutar del
suave y delicado sabor de este vegetal cocido, frito, a la brasa, asado,
gratinado... Se recomienda que a la hora de servirlos, estén calientes o
tibios, ya que si están fríos no se aprecia completamente su sabor. Los
espárragos trigueros resultan muy adecuados para hacerlos a la plancha y
acompañar a platos elaborados a base de alimentos tan variados como
carne, pescado, arroz, pasta u otros vegetales. Unos u otros, pueden
añadirse a gran variedad de ensaladas frías o templadas, o bien formar
parte de una nutritiva menestra. También se pueden preparar sofritos y
acompañarlos con huevo, champiñones, jamón... o rellenarlos de pescado y
marisco, etc. Una de las mejores formas de saborear estos deliciosos
vegetales es acompañándolos de una salsa vinagreta o un poco de mayonesa
o salsa rosa, siendo preferible que la salsa esté a la misma temperatura
que los espárragos. |
|